El viernes 29 de noviembre, bien entrada la noche, trascendió que el Partido Popular había introducido una enmienda en la Ley del Sector Eléctrico que modificaba «ligeramente» las cuentas del sector eléctrico del presente año 2013.
Hablo -nada menos- que de 3.600 millones de EUR que, anunciados en julio como elemento crucial, iban a ser destinados de los Presupuestos Generales del Estado para tapar el agujero de las cuentas del sector eléctrico en 2013 y acabar así, tras casi quince años, con el famoso déficit de tarifa. Esto es, con que los precios de la luz que fijan los gobernantes sean insuficientes para pagar los compromisos que esos mismos gobernantes habían alcanzado previamente con las empresas del sector eléctrico.
Podría entrar a valorar la idoneidad de transferir, con nocturnidad, déficit público a déficit eléctrico. No es hoy mi objetivo. Solo pretendo analizar el impacto de esta medida política en el «mercado» eléctrico, supuestamente liberalizado desde 1997.
Se trata de un mercado marginalista, cuyo mecanismo de fijación de precios ya he criticado aquí en alguna otra ocasión, altamente concentrado en manos de tres empresas, que cada día hacia las 12:15 horas publica el precio mayorista de la electricidad para cada una de las horas del día siguiente.
Observe el gráfico siguiente, que muestra el precio medio diario desde el 1 de noviembre al 12 de diciembre de 2013. Es más que notorio el incremento de pecios que se produce desde el lunes, 2 de diciembre (recuerdo: determinado el día anterior a las 12:15 h).