Los consumidores quieren participar en el debate energético

El pasado miércoles, 19 de diciembre, participé -por primera vez- en una jornada sobre energía organizada por una asociación de consumidores, nada menos que CECU junto con los geniales amigos de Ecooo.

Me alegra comprobar el interés creciente de las organizaciones de consumidores en conocer con mayor profundidad el sector eléctrico español. De hecho, inicié mi presentación apostando por una mayor participación de las asociaciones de consumidores en el debate energético más allá de la exigencia -necesaria; pero excesivamente simplista- de que se contengan las subidas del recibo de la luz.

Algunos de los presentes rebatieron mi visión argumentando que, si bien algunas organizaciones tienen una opinión formada sobre los problemas del sector, el eco que se hace de la misma a través de los medios de comunicación es escaso, dado que se centran en el importe de la factura.

No seré yo el que se sorprenda por el control de la línea editorial de los principales medios de comunicación de este país; sin entrar en polémicas que no llevan a ninguna parte sobre si falla el mensaje o el mensajero, aplaudo una vez más la iniciativa: conocer para poder decidir.

Adjunto enlace a la presentación que realicé.

De ella destaco la situación del déficit tarifario del sector eléctrico con datos actualizados elaborados, entre otros, a partir del borrador de orden de peajes enviado por el Gobierno la semana anterior: en lugar de los 1.500 M€ fijados por ley, en 2012 se han alcanzado casi 4.700 M€, a pesar de que el control del déficit tarifario es la prioridad absoluta del actual Gobierno en materia eléctrica.

No obstante, el Gobierno insiste en ocultar más de 1.200 M€ de los sobrecostes de generación extrapeninsular, que sigue asignando a los Presupuestos Generales del Estado de 2012 cuando es evidente que no hay hueco para tal partida.

El traslado -creciente- de partidas de la factura eléctrica a los Presupuestos Generales del Estado ha convertido a aquélla en un juego de trileros: si hasta 2012 los Gobiernos han venido subiendo o bajando los peajes según cómo evolucionaban las famosas subastas CESUR de estimación del precio del mercado; ahora se añade al juego un tercer cubilete que permite seguir «escondiendo la bola». ¡Lamentable!

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